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acción. Asimismo, detalló su estado de avance y los mecanismos de seguimiento establecidos. Tras
destacar que el Consenso constituía la carta de navegación integral y actualizada para la acción regional
en materia de población, puntualizó que se requerían precisiones para transformarlo en una agenda
operativa, lo cual justificaba la petición de la Presidencia para que la Secretaría elaborara una propuesta
dirigida a promover, facilitar y dar seguimiento a la implementación del Consenso. Al respecto, la
Secretaría había sugerido, por una parte, la formulación a través de una matriz de operacionalización de
las nuevemedidas prioritarias acordadas en el Consenso y, por otra, una justificación técnica y política de
apoyo. Explicó que para ello se había seleccionado una muestra de medidas prioritarias y se había
realizado un ejercicio preliminar de operacionalización.
24.
La Secretaria General del Consejo Nacional de Población (CONAPO) de México propuso que el
instrumento de operacionalización articulara, por una parte, una matriz con los párrafos operativos del
Consensoque incluyera los criterios establecidos por los gobiernos para la definiciónde las líneas de acción,
y, por otra, el marco conceptual, como sustento técnico y horizonte estratégico de esas líneas, que no
deberían ser demasiado generales y tampoco difíciles de implementar. También enfatizó la necesidad de
establecer mecanismos de coordinación nacional sólidos y sostenibles que incluyeran a la sociedad civil
para el seguimientodel ConsensodeMontevideo.Destacó la importanciade concertar esosmecanismos con
los de ámbito regional para facilitar la comparabilidad y abogó por la convergencia entre los órganos
intergubernamentales para armonizar indicadores y metas, incorporando los objetivos de desarrollo
sostenible. Por último, pidió a laCEPALque organizara una reunión con los presidentes de las conferencias
regionales a fin de avanzar en la armonización del documento de seguimiento del Consenso deMontevideo
que se estaba elaborando.
25.
La Coordinadora de Seguimiento Intersectorial y Territorial de la Secretaría Técnica para la
Erradicación de la Pobreza de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) del
Ecuador compartió la preocupación relativa al desafío que conllevaba operacionalizar el Consenso de
Montevideo, tanto por la falta de homologación de los datos estadísticos de la región como por la dificultad
de llegar a una ratificación política para cada una de las acciones prioritarias. Identificó dos áreas
fundamentales como puntos de partida para la operacionalización del Consenso: la integración plena de la
población y su dinámica en el desarrollo sostenible con igualdad y respeto de los derechos humanos, y los
derechos, necesidades, responsabilidades y demandas de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Finalmente,
subrayó la importancia de que se estableciera un compromiso regional y mundial a favor de la población,
donde el ser humano debía ser el centro de las políticas públicas, especialmente en contra de la
discriminación, laviolencia, la faltadeoportunidades y lapobreza.
26.
El Subsecretario de Salud del Uruguay opinó que los Estados debían hacer un esfuerzo para que las
políticas públicas se transformaran en políticas de Estado, con el objetivo demantener una línea estratégica
en relación con los temas de población y desarrollo destacados en el Consenso de Montevideo, e hizo
hincapié en que debía promocionarse la participación de la sociedad civil. En cuanto a la rendición de
cuentas, defendió la necesidad de generar un mecanismo adecuado sin perder de vista que la finalidad era
introducir los cambios necesarios en las políticas públicas ymejorar la calidad de vida de la población. Para
ello, propuso probar distintosmodelos de seguimiento durante un período de dos a tres años. Por otra parte,
en relación con los contenidos abordados en el Consenso destacó los avances logrados a través de las
políticas públicas. Por último, consideró que para la segunda reunión de la Conferencia Regional, el
Consenso sería un acuerdo sólido que permitiría el intercambio y el diálogo entre distintas visiones
culturales y religiosas.
27.
En el debate posterior los representantes de los países reconocieron la necesidad de tomar medidas
para que el Consenso de Montevideo fuera operativo. Al respecto, se señaló que la nota conceptual
