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La situación demográfica de México 2015
Las cifras anteriores denotan particularidades
específicas de las personas que integran los hogares
unipersonales. Con el objetivo de identificar las prin-
cipales diferencias sociodemográficas entre éstos y
el resto de los hogares, en el cuadro 1 se presentan
las principales características de los hogares y las je-
faturas. Si bien es cierto que en ambas tipologías
predominan las jefaturas masculinas, es notoria la ma-
yor participación de las unidades encabezadas por una
mujer entre las unipersonales, donde 48.4 por ciento
corresponde a hogares de jefatura femenina, mientras
que en la contraparte este porcentaje es de 23.2. En
relación con las edades, la mayoría de los integran-
tes de los hogares unipersonales se ubica en el grupo
quinquenal 50-69, en tanto que los jefes(as) de hogar
de las demás unidades se concentran en el de 30-49.
Además, la participación de los unipersonales en el
último tramo de edades, 70 y más, es significativa-
mente mayor al resto de los hogares.
De acuerdo con Solís (2001), la mayor presen-
cia de hogares unipersonales entre la población feme-
nina y en las edades más avanzadas se explica por las
diferencias en la composición por situación conyugal,
sobre todo por el incremento en la proporción de po-
blación separada, divorciada y viuda. Al analizar el
riesgo de que las personas en edades 60 y más vivan
solas, después de controlar distintas variables, Solís
(2001: 850) encuentra que “no hay diferencias sig-
nificativas entre hombres y mujeres en los momios
de conformar un hogar unipersonal (en todo caso, el
mayor riesgo corresponde a los hombres)”.
La situación conyugal más frecuente en las per-
sonas que viven en hogares unipersonales es la de
soltero(a), viudo(a) y separado(a) o divorciado(a). La
soltería es más común entre la población masculina,
mientras que la viudez caracteriza a las mujeres en uni-
dades unipersonales. Entre los jefes(as) del otro con-
junto de hogares predomina la unión, ya sea que vivan
con su pareja en unión libre o que estén casados(as).
Estos patrones coinciden con los resultados obtenidos
por Solís (2001), en el sentido de que la no unión es
una condición para vivir solo. De acuerdo con Arria-
Fuente: Elaboración propia con base en el inegi, enigh 2014.
Gráfica 2.
México. Personas en hogares unipersonales
según grupos quinquenales de edad y sexo, 2014
0.6
1.3
1.9
1.4
0.8
2.2
3.2
2.9
4.3
5.0
6.5
6.5
5.6
3.8
1.7
0.7
-0.6
-2.6
-3.9
-4.6
-4.8
-4.5
-4.0
-4.7
-4.9
-3.5
-4.7
-3.1
-2.5
-1.5
-1.1
-0.7
8
6
4
2
0
2
4
6
8
Menos de 20
20-24
25-29
30-34
35-39
40-44
45-49
50-54
55-59
60-64
65-69
70-74
75-79
80-84
85-89
90 y más
Porcentaje
2014