La Situación Demográfica de México 2014 - page 233

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Migraciónde retornoyhogares. Unanálisisde las transformaciones sociodemográficas...
Las gráficas 3 y 4muestran la variación de la estruc-
tura para el total de hogares sin actividadmigratoria,
dandocuentadeunperfilmásenvejecidoen2010. Los
grupos deedades desde los0hasta los25años se re-
traeny losquemás crecen son losque seubicanentre
los 40 y 59 años. Los hogares con actividadmigrato-
ria pero sin retorno comparten la misma tendencia a
la contracción de las edades 0 a 25, sin embargo, se
trata de pirámides en las que sus siluetas se encuen-
tran notablemente afectadas por la emigración: exhi-
ben desproporciones en ciertos grupos de edades,
así como en la composición por sexo, corolario de la
historia de las generaciones que han emigrado. Hay
una pérdida de población, particularmentemasculina,
que en el año 2000 se distingue entre los 20 y 49
años, yen2010, entre las edades25y54. Asimismo,
hayunapreeminenciamayor deniñosy jóvenes (entre
10 y 24 años en ambos años) respecto a los hogares
sin actividadmigratoria –con algunas diferencias por
sexo– explicable por la presencia de hijos e hijas que
permanecenen loshogarescuyospadreshanmigrado,
o bien niños que han retornado a quedarse al cuidado
deunode sus padres, los abuelos uotros parientes.
Por último, las gráficas 7 y 8 presentan las es-
tructuras de los hogares conmigrantes de retorno. Si
bien éstos comparten en líneas generales la disminu-
ción de las cohortes de edades más jóvenes, su peso
relativo esmayor. Además, la sobresaliente presencia
demigrantes retornados en edades centrales, que se
advirtió anteriormente, parece incidir en la estructu-
ra etaria de los hogares que los alberga, de tal forma
que son precisamente los grupos donde se concentra
mayor población. Al comparar sudistribucióncon lade
los hogares previos, los grupos de edades masculinas
entre los 20 y34 años y los femeninos entre los 25 y
34años poseenmayor población relativa.
Del análisis de las pirámides por edad y sexo,
según la tipología de hogares, se desprenden algunos
hallazgos quemerecen ser destacados. En primer lugar,
que la presencia de actividad migratoria incide en la
estructura de los hogares y que, más allá de lasmodifi-
caciones recientesquehaexperimentado ladinámicade
la migración, en 2010 se siguen apreciando, resultado
deunprocesosocial demás largoaliento. Ensegundo lu-
gar, quedentrode los hogares conactividadmigratoria,
aquellos que tienen presencia demigrantes retornados
exhiben una configuración diferente que se resume en
las siguientes características: a pesar de mostrar una
tendencia al envejecimiento en la década, el peso
relativode lascohortesdeniñosy jóvenesesmayor, los
grupos en edades potencialmente productivas y repro-
ductivasmuestranuna importante concentraciónde
población, mientras que los grupos de adultosmayores
permanecenprácticamenteen lasmismasproporciones.
Este hecho va en contrasentido a la idea deque
se trata de personas que regresan en edades más
avanzadas por haber concluido su ciclo demigración,
situación que ha sido interpretada en la literaturamás
tradicional sobre retorno como el fin del proceso mi-
gratorio. Por el contrario, pone en evidencia que se
trata de hogares con necesidades poblacionales espe-
cíficas, entre las que se incluyen requerimientos edu-
cativos para niños/as, jóvenes y adolescentes, mayor
presión para el ingreso demiembros del hogar al mer-
cado laboral y, posiblemente, nacimiento de nuevos
miembros; cada uno de estos grupos con demandas
de saludybienestar específicas.
El cuadro6 permite centrar la atención dema-
neramás detallada en los aspectos que caracterizan
a loshogares conmigrantesde retornoy suscambios
en el tiempo, más allá de la estructura poblacional
que se acaba de analizar. El sexo de los retornados
que ocupanel rol de jefaturadentrodel hogar secom-
portó de la siguiente manera: en el año 2000, 78.6
por cientoestabaconstituidopor hombres, porcentaje
que alcanzó el 80 en2010 (como se vio en el cuadro
5), demanera que el predominio de jefes hombres se
haacentuadoen ladécada. Al analizar cómoha sidoel
retornodeacuerdoconel tipodeparentescoal interior
de hogares jefaturados por hombres y por mujeres,
sepuededistinguir queen losqueha retornado soloel
jefe al hogar representaban el 43 por ciento del total
en 2000 y se elevó a 53 por ciento en 2010; por su
parte, en los hogares con jefatura femenina, en don-
de retornaban únicamente las jefas, constituían el 27
por ciento de los casos de dichos hogares en 2000 y
disminuyó a 23 por ciento en 2010. Estos datos
se complementanconel comportamientodel restode
los miembros del hogar que han retornado: disminu-
yen todos los casos endondeel retorno seprodujoen
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