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La situación demográfica de México 2015
El análisis del cambio demográfico es relevan-
te porque está inmerso en el proceso de expansión
y transformación de la estructura de las ciudades. Si
bien los modelos urbanos reconocen la localización y
reubicación diferenciada de los grupos sociales en el
espacio, con el objetivo de preservar su nivel de bien-
estar, maximizar o eficientar sus gastos -y con todo
y las evidencias obtenidas
a priori
sobre los cambios,
“rescate o revitalización” de algunos barrios, colonias o
vecindarios-, no existe información que dé cuenta del
proceso en el conjunto metropolitano, en otras pala-
bras, es el menos estudiado de las transformaciones
que impactan en la morfología urbana: traza, medio
construido y uso de suelo. Más escasos aún son los
estudios sobre si el cambio es resultado de programas
de revitalización individuales emprendidos por las au-
toridades u organizaciones no gubernamentales, o son
parte de un proceso de cambio estructural metropoli-
tano relacionado con la etapa del modo de urbaniza-
ción y reproducción del capital en las metrópolis.
El análisis del cambio demográfico enmarcado
dentro de la previsión de las demandas o necesidades
de los distintos grupos poblacionales, el surgimiento
de nuevas oportunidades de inversión y de negocios,
los conflictos asociados a modificaciones en los usos
de suelo (alturas de las edificaciones y densidades de
población permitidas) y la presión en los equipamien-
tos colectivos o públicos, es de vital importancia para
el análisis de las desigualdades, la segregación y la
planificación urbana.
A fin de mostrar el proceso de cambio al interior
de las metrópolis, se analizaron las variaciones por-
centuales en las razones de dependencia demográfica
tanto juvenil como por adultos mayores, el promedio
de ocupantes por vivienda y el de hijos nacidos vivos
en mujeres de 12 o más años, así como los porcen-
tajes de: población de 18 años y más con educación
post-básica, población sin derechohabiencia a servi-
cios de salud, población con limitaciones motrices,
auditivas, de lenguaje y visuales, población en hogares
con jefatura femenina y el estado civil de la población
mayor a 12 años.
El artículo se estructura en cuatro apartados,
el primero corresponde a los elementos teóricos,
luego se muestra el tratamiento de la información,
a continuación se delinea el proceso de crecimiento
poblacional en el periodo 2000-2010, y después se
exponen y analizan los resultados de los cambios en
los indicadores para las áreas geoestadísticas munici-
pales y básicas (ageb); finalmente, se señalan algunas
consideraciones.
Los elementos teóricos
A lo largo del tiempo, el proceso de expansión física de
las metrópolis ha sido modelado desde diversas pers-
pectivas y un poco en función de la evidencia empírica,
dando cuenta de la estructura, la forma de crecimiento
y los cambios internos, es decir, de la morfología de las
ciudades (medio construido, uso de suelo y traza urba-
na). Entre los modelos más conocidos se encuentran el
concéntrico de la escuela de Chicago (1925), el secto-
rial de Hoyt (1939) y el de núcleos múltiples (1945),
que, de acuerdo con autores como Lemus (2014),
están presentes en la zmvm.
De manera implícita, en los modelos los cambios
en la ciudad plantean una relación entre el crecimiento
de la población y la superficie, y también con la ubica-
ción diferenciada de los distintos grupos poblacionales.
Fue así que modelos como el concéntrico de Burguess
propusieron que al expandirse las ciudades formaban
anillos o franjas concéntricas al centro urbano, donde
los sectores poblacionales acomodados con altos ni-
veles de escolaridad e ingresos huían de los conflictos
céntricos, estableciéndose y conformando un anillo de
periferias prósperas, con la consecuente degradación
de las áreas céntricas de los asentamientos, habita-
das por grupos poblacionales de bajos ingresos, mi-
norías poblacionales, inmigrantes, y registrando altos
niveles de criminalidad.
La importancia de los modelos de ciudad, par-
ticularmente del concéntrico, es que propone que las
ciudades tienen un nodo de actividades sociales y
económicas, rodeado de anillos concéntricos surgidos
en etapas sucesivas de desarrollo. Al desplazarse del
centro hacia la periferia, más reciente, menos densa
y con ello más dispersa, cambia no solo el tipo de edifi-
caciones, sino también las características sociodemo-
gráficas y económicas de los habitantes.