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Condiciones socioeconómicas y ambientales en los municipios vulnerables al cambio climático
a un millón de habitantes; en el caso opuesto se en-
cuentran las zonas rurales donde el valor refiere 92.7
por cada mil habitantes, a lo que se agrega también
la aplicación de fertilizantes y la combustión agrícola,
corrales de engorda, etc.
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Para caracterizar esta situación, se analizaron
las 581 337 unidades económicas instaladas en los
mvcc; al eliminar el efecto que provocan las activida-
des de comercio al por mayor y al por menor, en los
municipios del Norte y el Centro, se revela que dos de
cada diez unidades económicas se dedican a la indus-
tria manufacturera, generación, transmisión y distri-
bución de energía eléctrica, suministro de agua y de
gas por ductos al consumidor final y construcción,
éstas se clasifican como fuentes fijas y fuentes de área
que en conjunto aportan el 35 por ciento de la emisión
de gases contaminantes de los municipios analizados.
Por otra parte, uno de los efectos secundarios
del cambio climático global es el que afectaría a los
asentamientos costeros si aumentara el nivel del mar.
En los 44 municipios vulnerables que tienen salida al
mar habitan cerca de tres millones de personas; cin-
co de cada diez establecimientos económicos en es-
tas áreas se especializan, principalmente, en el sector
servicios de alojamiento temporal y de preparación de
alimentos y bebidas. Si bien son actividades de menor
impacto ambiental, en comparación con las activida-
des de tipo industrial, es importante delimitar la carga
sobre el territorio que tiene el turismo en estas zonas,
sin embargo, se carece de estadísticas con las que se
pueda analizar dicha situación. Asimismo, es impor-
tante mencionar que diez por ciento de las unidades
económicas de los municipios costeros se ubicaron
en alrededor de los 20 metros de la costa, siendo que
la normatividad en la materia lo prohíbe (véase mapa
3). Aunado a ello, un incremento en el nivel del mar
podría afectar severamente a estos establecimientos,
además de los costosos daños, particularmente en
términos económicos, por el impacto de tormentas y
huracanes cada vez más intensos.
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El municipio con la mayor tasa es Comondú en Baja California Sur y
el de menor, Huejotitán, Chihuahua.
Presión hídrica, agua y
vulnerabilidad social
En México, la distribución espacial del agua no es uni-
forme. El 50 por ciento de la población cuenta con me-
nos del 20 por ciento de este recurso, mientras que en
el Sur-sureste del país, el 20 por ciento de la población
tiene más del 50 por ciento del agua. Con poca preci-
pitación en una región y mucha en la otra, el cambio
climático podría traducirse, de acuerdo con diferentes
escenarios, en escasez de agua en el Norte y exceso en
el Sur-sureste (conagua, 2014). Si bien es cierto que
más del 60 por ciento de la superficie del país es árida
o semiárida, el cielo alimenta las reservas hídricas con
poco más de un millón y medio de metros cúbicos de
agua de lluvia al año. Se espera que el cambio climático
modifique el ciclo hidrológico y que afecte los recursos
de agua dulce, además de que sus impactos directos so-
bre los procesos naturales pueden ser exacerbados por
las actividades humanas (unesco, 2011).
Dichas actividades antrópicas inciden en la so-
breexplotación de los mantos acuíferos, baja eficiencia
en el uso del agua, contaminación excesiva, agota-
miento de manantiales, contaminación por inclusión
salina, reducción y desaparición de cuerpos de agua,
al igual que pérdida de ecosistemas y biodiversidad,
loqueocasionaunamenor ofertade aguapara consumo
humano y productivo. A su vez, el agua también puede
contaminarse tras tormentas e inundaciones.
De los mvcc, el 37.9 por ciento se sitúa en una
cuenca sobre la que se ejerce escasa presión hídrica
(<10% del recurso concesionado),
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aunque en esta
clasificación vive menos de una quinta parte de la pobla-
ción; en 31.3 por ciento la presión es medio–fuerte (20-
40% del recurso concesionado), donde habita 14.9 por
ciento de personas; 24.7 por ciento tiene fuerte presión
(>40% del recurso concesionado), donde radican más
de tres quintas partes de la población; y en 5.9 por cien-
to la presión es moderada (10-20% del recurso conce-
sionado), con 3.3 por ciento de habitantes.
Es importante resaltar que en la mayor parte de
los municipios rurales se ejerce menos presión sobre
24
Datos estimados con base en Cotler, 2010.