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La situación demográfica de México 2015
En un nivel intermedio se ubicaron dos variables
relacionadas con el mercado de trabajo. Las principales
ciudades del país tenían en promedio 23 por ciento de
su demanda ocupacional en el sector manufacturero
en 2008, y al aumentar en un punto porcentual la par-
ticipación de dicho sector, la incidencia de pobreza se
reducía en 0.2 puntos porcentuales. Asimismo, una es-
tructura ocupacional más diversificada significaba ma-
yores oportunidades de inserción al mercado de trabajo
y, por ende, menor proporción de población en situa-
ción de pobreza. Al incrementar en una unidad el índice
de diversificación ocupacional, la incidencia de pobla-
ción en pobreza disminuía 2.1 puntos porcentuales.
Por último, otras tres variables tuvieron signi-
ficancia estadística en la variación de la incidencia de
pobreza: beneficiarios de programas sociales; porcen-
taje de la población residente en la ciudad central, y
población indígena. Las ciudades con mayor incidencia
de pobreza fueron también las de mayor proporción
de población beneficiada por programas sociales. Esta
asociación da cabida para tres comentarios: primero,
la adecuada focalización de los programas sociales
hacia las áreas urbanas con mayor incidencia de pobre-
za; en segundo lugar, que esta focalización, sin embar-
go, no ha contribuido a mitigar las desigualdades en los
niveles de pobreza entre las áreas urbanas de estudio,
ya que como se comprobó en la sección anterior, a ma-
yor incidencia de pobreza, menor tasa de reducción en
los indicadores de carencias sociales; y en tercer lugar,
que al parecer en México, al igual que en Estados Uni-
dos (Rector y Lauber, 1995), el diseño de la política so-
cial no ha logrado romper el círculo de dependencia en
el estado de bienestar de las familias beneficiadas, así
como de ineficiencia para reducir los niveles de pobre-
za. En términos de penetración, alrededor del 40 por
ciento de la población de las áreas urbanas analizadas
tenía presencia de pobreza, pero solo nueve por ciento
recibía apoyo gubernamental, es decir, una de cada cuatro.
La distribución territorial de la población al inte-
rior de las ciudades y zonas metropolitanas también
interviene en la condición de pobreza, puesto que un
patrón con mayor dispersión poblacional hacia la peri-
feria se relaciona con mayor incidencia de pobreza. La
ciudad más compacta ofrece oportunidades para mayor
acceso al mercado de trabajo, a los satisfactores colecti-
vos y a la creación, consolidación y uso de redes sociales.
Finalmente, el modelo establece la relación entre pobreza
urbana y población indígena residente; sobra decir que
este grupo poblacional demanda mayor atención para
disminuir sus condiciones de pobreza, sobre todo en
aquellas ciudades en donde tiene mayor presencia.
Consideraciones finales
Hemos presentado un estudio sobre las condiciones
de pobreza en las 95 áreas urbanas más pobladas del
país en 2010. Su población conjunta era de 72 millo-
nes de habitantes, 64 por ciento de la población total.
El enfoque del análisis sobre pobreza urbana retoma
el concepto de pobreza del coneval y utiliza las esti-
maciones efectuadas por dicho Consejo para la me-
dición de la pobreza en el país. La pobreza tiene un
carácter multidimensional y una persona se encuentra
en situación de pobreza cuando no tiene garantizado
el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el
desarrollo social, y si sus ingresos son insuficientes
para adquirir los bienes y servicios que requiere para
satisfacer sus necesidades.
Según información del coneval, la población
estimada del país en 2010 fue de 114.5 millones de
habitantes, de los cuales 52.8 millones estaban en si-
tuación de pobreza multidimensional, lo que significó
una intensidad de pobreza de 46.1 por ciento. Desde
el punto de vista territorial, la situación de pobreza
presentaba fuertes dicotomías. En términos de volu-
men, el grueso de los habitantes con pobreza residía
en localidades urbanas, con 35.6 millones, frente a
17.2 millones que habitaban en localidades rurales;
una razón de 2.1 veces. Pero en cuanto a intensidad,
la situación era contraria, puesto que en las áreas ur-
banas la población en pobreza fue de 40 por ciento
frente a 65 por ciento de las localidades rurales.
El análisis de la pobreza en las 95 áreas urbanas
de estudio se llevó a cabo a partir de la información
del coneval sobre pobreza por municipio en 2010.
En términos generales, a mayor tamaño de población,
menor intensidad de población en pobreza. Las áreas
urbanas entre 100 y 249 mil habitantes tuvieron una
incidencia promedio de 43 por ciento, mientras que las