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Segregación socioespacial de la población mayor en la Ciudad de México, 2000-2010
mayor, se procede a estimarla en la Ciudad de Mé-
xico para los años 2000 y 2010. Las estimaciones
se realizan a escala global (tercera sección: se estima
un indicador síntesis para toda la ciudad) y a escala
local (cuarta sección: se identifican las áreas de se-
gregación en el espacio intraurbano y se responde a
la pregunta ¿cuáles son y dónde están?). Tener esti-
maciones para dos puntos en el tiempo permite ana-
lizar, con cautela, la evolución espacio-temporal del
fenómeno. Por esto, el análisis espacio-temporal se
apoyó en la identificación de los nodos centrales
(o
cores
) de las áreas segregadas (quinta sección).
Todas las estimaciones se apoyan en métodos
genuinamente espaciales (
v.g.
por medio de infor-
mación geo-referenciada y técnicas de estadística
espacial), en un marco de niveles de significancia es-
tadística no menores a 0.99.
Finalmente, se presentan los principales hallaz-
gos del trabajo y sus implicaciones para la planeación
de las ciudades de México, así como el listado de la
bibliografía consultada.
¿Qué significa segregación
socioespacial?
El concepto central del texto es el de segregación
socioespacial. El punto de arranque para perfilar el
concepto son las definiciones de segregación residen-
cial reportadas en la literatura de los países avanzados,
desde la clásica de Massey y Denton (1988: 282) que
es, quizá, la más utilizada en la literatura latinoamericana
(“…segregación es el grado en el que los individuos de
diferentes grupos ocupan o experimentan diferentes
entornos urbanos…”), hasta las de
diccionarios geográfi-
cos altamente reconocidos (“...un grupo está segregado
espacialmente cuando sus miembros no se distribuyen
en el territorio demanera uniforme en relación al resto de
la población…”) (Goodall, 1987; Gregory
et al.
, 2009),
pasando por las de autores íconos de la investigación
urbana, como Castells (1974: “…la segregación es la
tendencia a organizar el espacio en zonas de fuerte ho-
mogeneidad social interna y de fuerte disparidad social
entre ellas, generándose ausencia o escasez relativa de
mezclas e interacciones…”).
Por su parte, la literatura iberoamericana ha
generado definiciones similares a las mencionadas
(
Aguilar y Mateos, 2011;
Sabatini, 2003; Sabatini
et
al.
, 2001; Sabatini y Brain, 2008
), subrayando que la
segregación favorece la “ausencia de interacción” (Ro-
dríguez y Arriagada, 2004).
Para el caso específico de
este texto, la definimos de la siguiente manera:
Segregación socioespacial es la aglomeración de
un cierto grupo de población en determinados
entornos urbanos (delimitados por espacios
fí-
sicos
y
sociales
), a diversas escalas geográficas
(
v.g.
manzanas, barrios, vecindarios, municipios,
la ciudad completa), donde los individuos del gru-
po residen mucho más cerca unos de otros de lo
que se registraría en un patrón aleatoriamente
distribuido, lo que los conduce a experimentar di-
ferentes entornos socioespaciales que el resto de
la población, con diversas consecuencias para su
bienestar y para la sociedad en su conjunto.
Un primer rasgo a destacar de esta definición
con respecto a las latinoamericanas tradicionales es
que se añaden:
i
)
La idea clave de Reardon y O’Sullivan
(2004), entre otros, sobre el espacio social que se
estructura principalmente mediante interacciones
significativas
entre individuos y grupos, y que condu-
ce a la población segregada a experimentar diferen-
tes entornos socioespaciales respecto a la población
de referencia; y
ii
)
El tema de las consecuencias de la
segregación, tanto para los segregados, como para
toda la sociedad.
6
Un segundo vistazo a nuestra definición revela
que:
i
)
Las interacciones significativas entre grupos so-
ciales requieren necesariamente de encuentros “cara a
cara”, sostenidos en el tiempo (Wong, 2006). Es de-
cir, proximidad espacial;
ii
)
Tiene un carácter multies-
calar
,
ya que considera dónde ocurre la segregación a
diferentes escalas espaciales: conjuntos de viviendas,
barrios, áreas de la ciudad, ciudades, zonas metropoli-
6
Las ciudades son, esencialmente, redes de interrelaciones tangibles
e intangibles (Batty, 2013). Cabe subrayar que quizá la
principal
característica de los modelos urbanos latinoamericanos es su com-
plejidad creciente, que refleja ciudades cada vez más fragmentadas
(Ford, 1996; Janoschka, 2002; Peters y Skop, 2007).